“Todos nos engañamos de una manera u otra para salir del paso” reúne en tan solo una línea los argumentos en beneficio y contra de una película que, para el que esto subscribe, esta siendo categóricamente sobrevalorada tanto en su percepción global, como en lo que a dirección e interpretación atañe. Siendo preciso aclarar que “no existe el blanco o el negro, solo una gran cantidad de grises”, como es su apreciación más acertada la de un gris, término medio y ecléctico. Una película correcta alejada del Oscar, si, pero también del bodrio.