“Mi escuela es bonita, tal vez no sea la más bonita, pero es la mía. (...) Pero esta bonita escuela es donde Martin LaFortune se colgó, con su fular azul, de una tubería, un miércoles por la tarde”.
Escrita y dirigida por Philippe Falardeau, ‘Profesor Lazhar’ (nominada en 2011 al Oscar como mejor película de habla no inglesa) se inicia con el suceder de un hecho infausto, el suicidio de una profesora bien apreciada colgada en su propia aula. Un acto horrible (“Cuesta entender que alguien decida suicidarse, pero cuesta aún más entender el hacerlo en un sitio como este”) que deja conmocionados, y para siempre marcados, a una joven clase de Montreal. Este suceso da lugar a la aparición de un desarraigado Bachir Lazhar, un exiliado argelino con un pasado tan dramático como el incidente con el que accede al puesto. Comienza así un relato pausado, sin aspavientos ni melodramas, de un ritmo contenido alejado del público masivo pero que despide honestidad a cada plano.