De nuevo el cine español liderando la taquilla con cifras de récord, si, vendido por una campaña publicitaria que parece la fórmula mágica, “Mediaset” y su maquinaria también estaba detrás de ‘Ocho apellidos vascos’ o ‘Lo imposible’, pero apoyado igualmente sobre un producto de calidad. Va soterrándose por tanto el tópico - y el típico - más detractor del cine nacional gracias a producciones como la que atañe, de aspecto y entretenimiento equivalente al “made in Hollywood” además de con ciertas dosis de humor y costumbrismo patrio que le aportan un aire único, natural y diferente.
Tenemos incluso intérpretes de innegable talento como Luis Tosar, que arrastran al cinéfilo a sala, junto a figuras inminentes de jóvenes magnéticos como Jesus Castro quien fija el rostro anclado a la mirada y sobrevive a esta su primera experiencia cinematográfica. Ambos figuras principales de un thriller policiaco narrado de costa a costa donde coexisten el frente policial, mención para un excelente Eduard Fernandez, junto al bando traficante respaldado por Jesus Carroza y Saed Chatiby. Se crea así una alternancia entre dos realidades cuyas propias motivaciones enriquecen el texto, aportan equilibrio y espacio, sirviendo además como puntos álgidos de gran potencia visual en su inevitable confrontación.
Siempre con el estrecho por fondo - presente en prácticamente la totalidad de los encuadres - el motivo criminal conduce la historia pero los condicionantes sociales son quienes la determinan. La normalidad de la corrupción, la impunidad del magnate, la ignorancia del peón, la positividad ilusoria del joven inconsciente y pasional - trama romántica por medio pesada pero lógica -, enfrentan lo medido con lo encontrado. Una mirada condescendiente con el malhechor de barrio y que arremete con mayor dureza sobre el presunto defensor de la ley, auténtico dardo final el protagonizado por “el compi” viniendo a cerrar un círculo que se repetirá.
Tras el merecido éxito de ‘Celda 211’ Daniel Monzón decide, en lugar de rodar de forma precipitada aprovechando el prestigio obtenido, invertir tiempo en la pre producción - mucho trabajo de campo e investigación - y escritura de guión junto a Jorge Guerricaechevarria. El resultado son cinco años de diferencia respecto a su obra culmen a cambio de respirar un tono de gran naturalidad y realismo, la veracidad de un telediario queda patente a pesar de ser una historia de corte puramente cinematográfico. Asimismo asombra en la consecución de grandes secuencias de acción, donde la adrenalina del seguimiento y la huida están firmemente rodadas con la complejidad añadida de la nocturnidad, el “pájaro” y la “goma”.
Sobre el papel no hay grandes peros, sin embargo ‘El niño’ no consigue en sus idas y venidas por el estrecho llegar a mojar al espectador e implicarle emocionalmente, no deja poso. Es una película notable con buenas virtudes pero falta de ese algo más, le sobra metraje y existen tramos de menor interés que se van solventando mediante la alternancia de personajes. El mínimo que puede llegar a ofrecer es el de ser entretenida, pero su máximo es el mismo, no consigue ir más allá.
Valoraciones:
Personal: 7Filmaffinity: 6,7
Metacritic: -
Rottentomatoes: -
IMDb: 7
De más a menos. Cuanto más española y más humorística, más fresca resulta. Cpincido, Castro no vale mucho, pero al menos tiene magnetismo y sobrevive frente a monstruos como Tosar o Fernández.
ResponderEliminarParece que el cine español ha entrado en racha, hay variedad, calidad y la taquilla responde, ahora lo único que falta es continuidad. Aún no he podido ver ésta, aunque tengo bastante curiosidad por lo que ha preparado Monzón en todo este tiempo, como dices es curioso que no haya aprovechado el tirón de 'Celda 111' y haya tenido paciencia. Gran crítica como siempre, directa a lo importante, parece que al menos un buen espectáculo alberga.
ResponderEliminarUn saludo.