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miércoles, 11 de junio de 2014

Especial Jason Reitman: 'Gracias por fumar', demagogia


Se llama cine a la técnica y arte de proyectar fotogramas de forma rápida y sucesiva creando la llamada “ilusión de movimiento”. Por tanto el cine es ilusión, la industria llega después, ilusión de un director por contar una historia a su imagen y semejanza, ilusión por llegar al público, la ilusión de un grupo de actores por desarrollar la profesión que aman, la ilusión de un equipo técnico que trabaja por convertir una ilusión en realidad. No existe en la red espacio tan cinematográfico como detenteencine.blogspot.com.es, pura esencia de raíz totalmente desligada del sometimiento que sufren los grandes medios de prensa o blog, y que vendrían a representar la industria. Aquí solo hay cine e ilusión, y cine es lo que queremos.

Un argumento que a pesar de ser una soberana gilipollez bien podría algún incauto asimilarlo como cierto. “Lo importante es razonar, no negociar” nos dice en una de sus muchas citas la opera prima de Jason Reitman, máxima que vemos cada día elaborada con argumentos y oradores de muchísimo más talento que el mío para el engaño, y no pensemos solo en política ya que este “fenómeno” es omnipresente. Y así con la habilidad de un alquimista, ejercen papeles tan amorales o más que los de la propia cinta que aquí nos atañe, y nos los creemos. Este es el gran tema central de la película, más allá de la evidente sátira hacia la industria tabacalera, y que trata de fomentar el pensamiento crítico e individual ante aquello que se nos dicta como irrefutable, pensar por uno mismo.



La narración podría contar con un protagonista honrado, ejemplarizante, lleno de valores, blanco, pero en su lugar nos presenta a su antagonista como protagonista. Nick Naylor es carisma, talento, rapidez y seguridad a la hora de ejercer como abogado del diablo, un acercamiento idóneo que por contraste acentúa aún más eso de ser dueño de nuestras propias ideas. Aaron Eckhart da vida a un personaje que es difícil no admirar, una interpretación sobresaliente que aporta entereza y verosimilitud además de los adjetivos expuestos en este mismo párrafo para describir a Nick Naylor, la voz de la “Academia de estudios del Tabaco”. En él es donde se centran todas las miradas, siendo este otro de los aciertos del filme.

Bien es cierto, de justicia, y de obligada mención, citar la categoría de un elenco de secundarios notable como son Maria Bello (la voz del alcohol), David Koechner (idem pero de armas), Cameron Bright (hijo y admirador), Katie Holmes (periodista sin escrúpulos), William H. Macy (senador y rival), J.K. Simmons (jefe por definición), Robert Duvall (padrino), y podría seguir, Kim Dickens, Adam Brody, Sam Elliot, pero a todos ellos el director con grandísima inteligencia los decide utilizar como impulsores de la trama, sin más añadidos, esquivando subtramas parcas en interés y ajustando con ello la duración de la película a los 92 minutos.



Jason Reitman tiene mucho que decir y poco tiempo que perder, y vaya si lo consigue, insuflando a esta ‘Gracias por fumar’ un ritmo constante y fresco, sin picos de desinterés, y que a pesar de orquestar una cinta ampliamente dialogada, no cae en la pesadez bajo ningún concepto, siendo entretenida, graciosa, inteligente y ácida. Deja alguna huella visual de su pasado cortometrajista en el montaje, pero sobre todo muestra su personalidad. Y que la ausencia de cigarrillos o su final más tópico no sirva a los más extremistas como prueba de claudicación, ya que incluso el más rebelde ha de ser pragmático si quiere ver como su causa toma forma, siendo por contra un rebelde si, pero también un iluso.

‘Gracias por fumar’ es una clase magistral en demagogia y técnicas de debate de un nivel altísimo, y de como ante tales artimañas hemos de encender la alarma y formarnos una idea propia de las circunstancias frente a lo que tipos como nuestro protagonista nos puedan hacer creer como verdad. Pero es que además, resulta que la película esta muy bien interpretada y dirigida, se pasa en un suspiro, y su tono descarado es altamente adictivo y divertido. 



Puntuación:



Personal: 9

Filmaffinity: 7
Metacritic: 7,6
Rottentomatoes:7,3
IMDb: 7,7



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