- Esta crítica puede contener spoilers -
Hace un tiempo, no tanto, internet ni se atisbaba. Nuestra forma de relacionarnos con el entorno, de socializar, de intimar, en definitiva de vivir, era algo primigenio visto desde una perspectiva actual. Un cambio radical vivido por todo aquel nacido antes de los 90 del que ninguno fue plenamente consciente, simplemente sucedió, y nos adaptamos. ‘El cuento de la criada’ presenta un mundo a priori inverosímil, impensable, gobernado por una sociedad teocrática donde el fundamentalismo manda. Un escenario radical e incluso disparatado que, sin embargo, resulta creíble pues sabemos del ser humano que por muy jodida que este la cosa y grande sea el cambio, lo asume, sobrevive.