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sábado, 22 de marzo de 2014

'True Detective', 1º temporada


Las series de televisión cuentan en su círculo con cada vez más acérrimos, ya sea por su formato, duración, o medio (internet en realidad), lo cierto es que me atrevería a decir que nunca ha gozado de tanta popularidad como en la actualidad. Y como el norte necesita del sur o viceversa, existen también quienes reniegan de lo episódico argumentando, muy probablemente en base a una experiencia previa, que si bien el visionado puede llegar a ser entretenido y satisfactorio, el resultado suele venir falto de contenido (mucho lerele y poco larala), quedando además el producto desvirtuado por el paso de las temporadas y la necesidad de prolongación.

‘True detective’ consigue sentar en una misma sala a los dos colectivos, aparentemente opuestos, y que ambos respiren ese aire glorificado que se produce cuando uno disfruta. Técnica, tono e incluso ritmo es puramente cinematográfico, pero también las señas propias del medio televisivo están presentes, como el peso de las ramificaciones en la trama o el desarrollo de personajes. Diría que tiene algo más de cine que de serie, pero aún así ambas familias se conexionan en una relación que se nutre mutuamente formando un conjunto imprescindible, que no perfecto.



El organigrama técnico esta compuesto por un grupo homogéneo de inicio a fin más propio, de nuevo, del ambiente cinematográfico y que logra dotar a la imagen, al conjunto de ella, de un aspecto brillante. La fotografía en tono plomizo u ocre muestra la vasta extensión de una Louisiana natural e industrial en manos de Adam Arkapaw, el diseño de producción conforma un mundo lleno de detalles, vestuario y maquillaje permiten viajar en el tiempo de forma totalmente creíble, la música de T Bone Burnett crea atmósfera y los créditos iniciales son para el recuerdo. Todo ello dirigido por Cary Joji Fukunaga, un único director (algo insólito en televisión) de apellido japonés pero origen americano, y quien desde ya deja una herencia diría eterna y ostenta en su haber el diseñar una de las secuencias más sublimes jamás vista en capitulo alguno, y si, me refiero al aclamado (y con justicia) final del cuarto episodio.

Con el primer capítulo quedas prendido de la imagen e interesado por la historia, el segundo episodio titubea pero sigue manteniendo las cotas de interés ahondando en los personajes, ya con el tercer capítulo irremediablemente estás enganchado a Rust Cohle, y al finalizar el cuarto te hayas sabedor de estar ante algo especial. Pasado el ecuador la historia varia y se reconstruye, manteniendo el grandísimo nivel, por lo que solo cabe disfrutar hasta una resolución perfecta pero un final demasiado ético y políticamente correcto. - ATENCIÓN SPOILERS - Cuando el personaje que nos ha apasionado deja su esencia de lado, cínico, agnóstico y sombrío, para abrazar algo parecido a la fe y contentar a todos (o a ninguno). - FIN SPOILERS -



La categoría de imprescindible, además de por el citado cierre del cuarto episodio, es categórica gracias a Matthew McConaughey quien da vida a uno de los personajes más prodigiosos que yo haya visto, personaje e interpretación son simplemente soberbios. No es para nada mal escudero su compañero Woody Harrelson, pero es que lo de Matthew es espectacular. Y si no es perfecta como afirmaba al final del segundo párrafo es debido a que la historia creada por Nic Pizzolatto, que en un principio la concibió como novela, presenta algunas bajadas de interés, descuida ligeramente la subtrama de Martin Hart y cierra de una manera poco atrevida, todo lo contrario a lo que había venido siendo. 

‘True detective’ debe ser vista por su despliegue técnico, tono, nivel interpretativo y de personaje siendo hasta el más despistado muy consciente de ello, el ya mítico plano secuencia, y por ser muy capaz de aunar lo mejor de dos medios en una convivencia y mezcla impecable. Un todo cohesionado con tantísimos matices, que como muchos otros ya han escrito, hacen pensar en una futura revisión con muchísimo potencial. Yo, por mi parte, ya le voy a ir buscando hueco por el estante.

Calificación:

2 comentarios:

  1. No es perfecta, pero la potencia de la serie es abrumadora. Yo la he disfrutado muchísimo, desde esos impresionantes títulos de crédito. El final quizás no tanto -no por lo que indicas, sino más bien por el cariz tópico del villano-, aunque incluso ahora miro a McConaughey con otros ojos, que ya es decir. Tampoco es que se trate de una interpretación inmaculada -abusa de la composición y el ensimismamiento-, pero alcanza algo que ni siquiera le había visto en la alabada 'Mud': carisma.
    De lo más intenso que he visto en pantalla desde hace tiempo.

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    1. Un comentario cojonudo, destaco lo referente al carisma. Saludo.

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