Magníficos se presuponían los miembros de un equipo que pretendía acallar, con calidad, los lloriqueos de aquellos que braman en pos de la originalidad. Un director probado como Antoine Fuqua - ‘Training Day’ (2001) - al frente de un guión firmado a dos manos por Richard Wenk - ‘Los Mercenarios 2’ - y el filosófico Nic Pizzolatto - ‘True Detective’ -, orquestado musicalmente por el mítico James Horner e interpretado por Denzel Washington, Chris Patt o Ethan Hawke entre otros, hacían creer en tal posibilidad. Sin embargo lo que podría haber escupido un western notabilísimo- remake o no mediante -, se queda en un gargajo contenido, moderadamente aceptable pero lejos de esa viscosidad necesaria para quedarse pegado a la madera, y al espectador.