En la médula de cualquier barrio, apalancados litrona en mano vete tu a saber donde, la estepa española esta bien poblada de lo que ellos gustan en denominar buscavidas, gentuza en realidad. Todos, quien más quien menos, nos hemos cruzado, conocido e incluso intimado con esa calaña de maldad moderada que por costumbrista o tradicional, parece ser aceptada o admitida. Basura creíble, uno de los aciertos del filme. Con ellos comienza ‘Tarde para la ira’ - de forma casi literal gracias a un efectivo plano secuencia - en medio de un “fregaó” que dará pie a una vorágine de violencia sin retorno. Puesto que la violencia, siempre genera más violencia como consecuencia.