Que placer da ver cine, cuando es buen cine, y Prisioneros lo es. Capitaneada en su primera experiencia hollywoodiense por Denis Villeneuve, director de reconocido prestigio en el circuito del festival (Incendies, 2010), la trama es una espiral autodestructiva y a contrarreloj por encontrar a dos pequeñas secuestradas. Una historia que recuerda en forma a Zodiac (2007, David Fincher) y en contexto a Mystic River (2003, Clint Eastwood), padeciendo en consecuencia un ligero matiz a déjà vu del que consigue emerger con autoridad, pues se trata de una cinta muy bien contada y mostrada.
Sus casi dos horas y media de metraje, de las que no surgen caídas de interés, narran una historia de imperfecciones. El apocalíptico inicio a nivel visual da paso a un apocalipsis familiar a nivel dramático, un nuevo mundo para los ojos de los afectados que va a desterrar todo juicio moral, ético y de comportamiento acordado tácitamente con la sociedad. Rompiendo las cadenas del prisionero consentido y reaccionando a cada hecho por uno mismo, la diferencia entre vivir o morir.
Un thriller bien construido en su argumento, incierto hasta el final y obra de Aaron Guzikowski, quien sabe mantener el interés por descubrir lo que ya creíamos descubierto. Un thriller bien mantenido en su dirección, comedido y firme sin caer en la redundancia, el melodrama o la espectacularidad desmedida a la vez que lucido en los set-pieces de suspense. Y un thriller bien engrandecido por una fotografía magistral de Roger Deakins, donde la iluminación destaca sobremanera aportando incluso valores narrativos. Solo por este último apartado técnico, bien merece una entrada.
Unido a lo sobresaliente de la fotografía está el elenco interpretativo, de buen nivel general y espléndido en particular. Hugh Jackman sufrirá una atroz evolución en la piel de Keller Dover, un ciudadano ejemplar, cauto y esquivo de cualquier foco de desestabilización, y que tornará en un personaje de convicciones inamovibles, irracional, de raza, siendo este último adjetivo también válido para la actuación que respalda al personaje. El duo protagonista alejado del heroísmo más estoico se completa con Loki, un detective que se percibe creíble, profesional pero con errores, solitario (como muestra su presentación) pero entregado, y al que Jake Gyllenhaal hace suyo mostrando una firmeza no exenta de flaqueza y nerviosismo.
Un relato no obstante que presenta algunas fracturas, pudiendo resultar discutibles algunas de las soluciones empleadas, como bien puede ser ciertas deficiencias básicas de la investigación o la casualidad como detonante en momentos puntuales. Siendo el resultado una película notable, recomendable, pero que no llega a ser perfecta, como sus personajes.
Valoraciones:
Personal: 7,5
Filmaffinity: 8,2
Metacritic: 7,4
Rottentomatoes: 7,2
IMDb: 8,2
Habrá que verla, si el tráiler me llamó la atención, en tu crítica veo que cumple más de lo que esperaba. Parece que Jackman y Gyllenhaal vuelven a estar geniales, se están labrando unas carreras bastante interesantes poco a poco pese algún que otro tropezón.
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