Quizás sea debido a unas expectativas que a nivel global me han conducido a pensar estar ante algo inaudito, pero finalizada segunda y tercera temporada de esta gran serie, aún no elevo el conjunto a sobresaliente, a pesar de un final de temporada, el de la tercera, que bien merece tal calificativo. Comencemos:
2º Temporada
Considero la segunda temporada como transitiva, necesaria para conformar un denso universo alrededor de los personajes, pero sin una sustancia propia más allá de la de cimentar. Se airean extravagancias poco creíbles, Tuco, y se introducen un grupo de personajes más intensos, diversos pero a la vez cohesionados y muy bien interpretados, Saul Goodman (Bob Odenkirk), Mike (Jonathan Banks) y Gus Fring (Giancarlo Esposito). Es decir, se marcan unos puntos maestros sobre el tapiz, pero aún no alcanzan a formar una obra de arte.
El protagonismo que en la primera temporada era coto individual, pasa a ser dual. Jesse Pinkman adquiere la importancia que merece, el poder de su presencia se equipara al de su homólogo, ambos unidos en una relación que traspasa la amistad para alcanzar categoría familiar. Las líneas de guión, los matices, y las grandes interpretaciones que atesoran Bryan Cranston y Aaron Paul logran desarrollar aún más sus personajes, quienes en esta temporada se tienen a si mismos como principal enemigo, para lo que el interés y el devenir de la serie se refiere. Las tramas familiares restan, siendo exagerado podría decirse incluso que son el verdadero cáncer de esta temporada, ya que aparecen de forma demasiado constante y carecen de la identidad Breaking Bad: humor, cierta veracidad y tensión.
El mayor mal, Skyler (Anna Gunn), toca fondo y toma impulso. Insoportable, pesada e incomprensible, ahora asume de forma gradual la situación y muta, deja de ser un lastre para sumar como activo. Ilusiona ver este cambio y ver como ahora la trama familiar es uno más de esos puntos maestros previamente comentados - Saul Goodman, Mike y Gus Fring -, los cuales ya tienen en esta tercera temporada un peso propio, dando por fin lugar a esa gran obra que se esperaba.
En términos concretos y autoconclusivos de esta tercera temporada, citar a los hermanos Salamanca (Daniel & Luis Moncada) quienes prometían más de lo que finalmente han mostrado. Protagonizando un desenlace algo absurdo - momento hacha -, y que después de la determinación, precisión y profesionalidad que se les presuponía, han dado con un final algo fallido. En la química, un Walter White ya industrializado recibe un nuevo ayudante, Gale (David Costabile). Este no cae mal en un principio, no tiene porque caer mal, pero no obstante, es tanta la empatía con nuestro protagonista que el hecho de saber que a este no le agrada, produce el desagrado. Un personaje que parece no ser de capital importancia, pero que protagoniza un “cliffhanger” soberbio, un cierre de temporada que resulta extenuante.
En lo referente al dueto protagonista, se magnifica lo visto en temporadas anteriores, somos ya fans incondicionales y respondemos por sus actos. Ganan jerarquía, ascienden, y con ellos el nivel general de la serie, una escala que alcanza su máxima plenitud en un último episodio magistralmente dirigido, y donde finalmente Jesse Pickman y Walter White, ambos, adquieren la forma irrevocable de Heisseberg.
Más de Breaking Bad
Justo justo voy yo también por la tercera temporada. Acabo de terminar de ver el capítulo de la mosca, de lejos el peor que he visto. Mucha metáfora y mucho rollo, pero es que ha sido relleno del bueno, salvo los 5 minutos en los que Walter habla con Jesse sobre el padre de Jane.
ResponderEliminarLo que he visto de temporada, sin embargo, me ha gustado mucho, destacando a Hank y su trama como lo mejor de los capítulos previos.
Estas cosas me encantan, porque a mi el capítulo de la mosca me encantó, xD. Vale que esta de relleno, pero me gusta ese Walter patológico y como se desarrollaron un poquito más los personajes.
EliminarEl cierre de temporada es soberbio, ¡dale caña!, :D
Excelente análisis!
ResponderEliminarMi serie favorita, por lejos. Nunca algo me movilizó tanto como Breaking Bad. Creo que con el correr de las temporadas la serie va perdiendo tintes de humor negro para meterse más de lleno en un terreno turbio, oscuro, en donde todos las complicaciones acumuladas van saliendo a flote.
Impecable lo que citás de Gale, mejor imposible en la frase "es tanta la empatía con nuestro protagonista que el hecho de saber que a este no le agrada, produce el desagrado".
De hecho, y sin spóilear ni mucho menos, termina resultando más importante de lo que parece más adelante este amanerado ayudante de laboratorio de Walt.
Saludos, me sumo al blog!
La verdad es que con cada temporada el conjunto va creciendo más y más, a ver como ababa la cosa, :D.
EliminarSaludo!.
Concuerdo totalmente contigo, Skyler en la tercera temporada es vital y es un personaje clave para la historia!!
ResponderEliminarSi, finalmente entra a formar parte de la serie el único elemento que veía yo más discordante. Veremos como continua, que empiezo pronto con la cuarta temporada.
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